Mi viaje express al D.F

El pasado viernes hice un viaje relámpago a mi natal D.F y no pude entrar al programa libre de cigarro. Lo curioso de todo esto es que, la actividad de dicho día era hacer algo arriesgado en la vida de todo aquel que trata de alejarse del cigarro: ¡Estar con un fumador! Probablemente se escucha descabellado el asunto, y lo interesante de todo esto es que sin llevar a cabo dicha actividad conscientemente, la hice inconscientemente.

Fui a la casa, donde actualmente está viviendo mi hermano y un amigo, es como si fuera una casa de humo, así como yo vivía antes. Al llegar no había nadie, pero el olor a cigarro era obvio, cuando llegaron de trabajar lo primero que hicieron fue prender sus cigarros, uno camel y otro marlboro. Pasaron las horas y llegó el momento de regresar a mi actual Querétaro, se ofrecieron a darme un ride a la terminal de autobuses, y para colmo a mitad del camino empezaron a fumar, a mi hermano se le terminaron los cigarros, por lo que tuvimos que parar a comprar más. ¿Saben que es lo curioso de todo esto? Que en ningún momento se me antojó fumar o tuve problemas con los fumadores, sólo les dije en tono de broma que eran detestables (de broma en broma la verdad se asoma).

Al llegar a la terminal compré mi boleto y tuve que esperar 1 hora (si tan solo hubiera llegado 5 minutos antes…), en esos 60 minutos pude observar tanto a los fumadores preparados para su viaje y a los que iban llegando, ambos saliendo de la terminal en su desesperación por fumar, probablemente unos hicieron un viaje largo y otros lo iban a hacer, no lo sé, se podía ver su angustia y falsa felicidad calada a calada. Otra cosa interesante que vi es que el vicio a la nicotina no tiene que ver con el nivel socioeconómico, pude apreciar como un señor de escasos recursos, recogió un cigarro a la mitad y varias colillas para después prenderlas y fumárselas, detestable en pocas palabras, y no por levantar del suelo las colillas (créanme que lo hice un par de veces), sino por la adicción que esta causa y podemos llegar a hacer cosas que como no fumadores es anormal ver. Al final del día pude decir que: ¡PRUEBA SUPERADA!

2 comentarios:

Alejandro dijo...
24 de febrero de 2009, 18:07

Es verdad, el fin que era “disfrutar” de un cigarrillo justificaba cualquier medio, por irracional que estos fueran para los demás.
Lo normal es no fumar y hacia allá vamos, y cada día de abstinencia es un paso mas que nos acerca de esa independencia que jamás debimos haber perdido. Felicitaciones por estas primeras semanas, esta vez puede ser diferente, esta vez puede ser la definitiva, saludos

josman dijo...
1 de marzo de 2009, 13:11

paso solo a dejarte un saludo, y claro, a felicictarte por seguir adelante... :0)